“Y que la paz de Cristo reine en vuestros
corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed
agradecidos.” Colosenses 3:15.
Estamos
llamados a tener paz y ser agradecidos en nuestros corazones. No en vano el proverbio dice: “sobre toda cosa guardada, guarda
tu corazón, porque de él mana la vida.” 4.23.
En
el momento en que la paz de Cristo comienza a gobernar nuestro corazón, brotaran
palabras de paz de nuestros labios, ya que de la abundancia del corazón habla la
boca.
Un
corazón transformado produce una actitud de agradecimiento constante, por esto
Pablo expresa en su carta a los
colosenses su esperanza que seamos agradecidos.
Sin
embargo las escrituras en varias oportunidades nos exhortan a ser agradecido, podríamos deducir que somos prontos para olvidar la bondad y
fidelidad de Dios en nuestras vidas.
“Entrad
por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza. Dadle
gracias, bendecid su nombre. Porque el Señor es bueno; para siempre es su
misericordia, y su fidelidad por todas las generaciones.” Salmos 100:4-5 LBLA.
“Ofrezcan
también sacrificios de acción de gracias y pregonen sus obras con cantos de júbilo.”
Salmos 107:22 LBLA.
“Te
ofreceré sacrificio de acción de gracias, e invocaré el nombre del Señor.” Salmos
116:17 LBLA.
El
salmista no solo nos insta a entrar por sus puertas con acción de Gracia sino
que también nos invita a ofrecer sacrificios de acción de gracia, el termino
sacrificio denota que nos va a costar, que no lo queremos hacer, que estamos
agotados, agobiados, pero hacemos un esfuerzo y le agradecemos a
Dios por su bondad, fidelidad, misericordia y grandeza en nuestras vidas. Nos
presentamos como el sacrificio.
“Por
tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es
decir, el fruto de labios que confiesan su nombre.” Hebreos 13:15 LBLA
Ahora
que finaliza el año no pierda la oportunidad de reunirse con su familia y
agradecerle a Dios por su favor y su gracia en este 2015. Dios es nuestro padre
y merece todo la gloria, honra, honor y poder.
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